Autora: Noëlle Stephanie
Año de publicación: 2016
Género: romance
Nº de páginas: 376
Editorial: Nova Casa Editorial
Cuando Naly decide
apuntarse al programa de familias de acogida en la universidad, lo
último que espera es que el desorden ocupe su nueva vivienda. Los
Bradley son de lo más peculiar. Con unos padres empresarios que pasan
sus días de viaje, los tres hermanos idénticos han tirado la casa por la
ventana. No solo por su edad, sino también por su personalidad; Hal,
Edward y Welsey, son de lo más opuestos.
Mientras Hal es totalmente coqueto, estúpido, mujeriego y engreído, su hermano Edward es la persona más misteriosa, callada y malhumorada que Naly ha podido conocer. Pero, en toda familia hay uno bueno: Welsey, el mayor de los trillizos es simpático, confidencial y buen amigo. El chico perfecto, ¿no? No obstante, su aspecto hace pensar que se acaba de escapar de una película de los años cuarenta.
Naly, lejos de la oportunidad de irse, solo puede optar por solucionar la relación. ¿Podrá ayudar a lo hermanos a solucionar sus diferencias? Y, si no es así, ¿se dejará arrastrar? Una historia de amor en la que todas las direcciones parecerán igual de correctas. La perfecta descripción de la lucha de un amor dividido en tres partes. Porque, ¿qué hay mejor que vivir con un chico guapo?
Mientras Hal es totalmente coqueto, estúpido, mujeriego y engreído, su hermano Edward es la persona más misteriosa, callada y malhumorada que Naly ha podido conocer. Pero, en toda familia hay uno bueno: Welsey, el mayor de los trillizos es simpático, confidencial y buen amigo. El chico perfecto, ¿no? No obstante, su aspecto hace pensar que se acaba de escapar de una película de los años cuarenta.
Naly, lejos de la oportunidad de irse, solo puede optar por solucionar la relación. ¿Podrá ayudar a lo hermanos a solucionar sus diferencias? Y, si no es así, ¿se dejará arrastrar? Una historia de amor en la que todas las direcciones parecerán igual de correctas. La perfecta descripción de la lucha de un amor dividido en tres partes. Porque, ¿qué hay mejor que vivir con un chico guapo?
Vivir con tres.
¡Hola! Llevo unos días con un dilema que, seguramente, habéis tenido muchos. Cuando un libro que os manda una editorial no os gusta, ¿qué hacéis? Sinceramente, había pensado en hacer una reseña neutra, darle tres estrellas, lavarme las manos y quedar bien. Pero no soy así y, si algo no me gusta, tengo que decirlo, por mucho que pueda estropear una relación que acaba de empezar. Me quejo de la hipocresía de muchos colaboradores y me siento obligada a no ser así. Por tanto, lo que vais a leer a continuación es una reseña negativa (no destructiva) y sincera. Yo quería que este libro me gustara, tenía todas las papeletas para hacerlo, pero no fue así.
Los dos primeros capítulos me gustaron bastante, tenían el empuje necesario para hacerme seguir leyendo. Naly acaba de llegar a Oxford; es una niña rica a la que sus padres han echado de casa por querer estudiar algo que no concordaba con el futuro que habían planeado para ella: hacerse cargo del millonario negocio familiar. Negocio del que nada se sabe, excepto que es muy lucrativo y que está dirigido por este señor, su padre, un déspota sin corazón. Afortunadamente, Naly se había apuntado a un programa de acogida, es decir, no va a quedarse sin techo, sino que pasará el curso académico en casa de la familia Bradley, aunque no sé yo si hubiera sido mejor vivir en un parque.
Los problemas comienzan de inmediato. No los suyos, sino los míos con la historia. Oxford, OXFORD, un escenario ideal para cualquier historia universitaria. Un escenario que casi ni aparece. Estamos en una de las ciudades más bonitas, con más ambiente, y con una de las mejores universidades del mundo, y lo único que sabemos es que en la cafetería sirven palmeras de chocolate y zumos de naranja. Palmeras de chocolate. En el Reino Unido. Bueno. Para mí, hay un gran fallo: no ha habido ningún tipo de documentación. Para empezar, ¿sabéis dónde se estudia arte en Oxford? En la Ruskin School of Art, no en un edificio cualquiera sin nombre al que puedas ir andando en tres minutos. Esta ciudad es un recurso muy atractivo. Si quisiera escribir sobre universitarios, Oxford sería una primera opción, ¡es un sueño! Pero ha sido totalmente desaprovechado. Por no hablar de esos trabajos de cien páginas que te ponen en la primera semana de universidad de tu vida y que, además, tienes que entregar en un tiempo récord.
Esta es otra queja que tengo: ¿realmente estamos hablando de universitarios? Porque a mí, personalmente, me parecen quinceañeros con una rabieta. Todos. En la universidad, se presupone que tenemos un nivel de madurez suficiente como para no ir hablando de los «populares», los «pringados» y los «matones». Creo que si esta historia hubiera estado escrita a nivel de instituto, hasta sería medianamente comprensible la cantidad de estereotipos absurdos que contiene. Sin embargo, de esta forma, no es realista. No sales al recreo y te encuentras a tu hermano de casualidad. Más que nada porque estáis en edificios diferentes, lejos; especialmente en Oxford, donde el campus está repartido por toda la ciudad.
Me gustaría también hablar de los personajes y no va a ser corto, así que coged un café y relajaos. Comencemos con Welsey, un nombre particular para un chico particular: quiere estudiar historia, se viste como si fuera mi abuelo y sus hermanos lo tratan como si fuera la basura de la cocina que nadie ha sacado a la calle. A mí, me gustaba. Era el único personaje que me caía bien, porque era dulce, amable y se comportaba como una persona decente. Lamentablemente, el comportamiento de los personajes no tiene ningún tipo de consistencia a lo largo de la trama. Una noche, llega borracho y se mete en la cama de Naly, simplemente porque le apetece echar un polvo. Hay formas más sencillas de aliviarse sin acosar a nadie y me parece increíble que tenga que decir esto en el siglo XXI.
Pero Welsey no es el peor de los tres, la batalla está entre Edward y Hal. Edward es el misterioso hermano malhumorado que no quiere saber nada de nadie, nunca. No quiere tener a Naly en su casa, a pesar de que no es su casa, sino la de sus padres, y se lo hace saber cada vez que tiene la oportunidad. Nunca la llama por su nombre; se refiere a ella como «puta» y «zorra», pero está totalmente justificado porque, en algún momento, alguien le rompió el corazón. Es un misógino y maltrata verbalmente a todo el mundo, pero está bueno, entonces su comportamiento queda excusado.
Hal no se queda corto. Nada más empezar, ya se presenta como el mujeriego de los tres. Pero una cosa es ser mujeriego y otra completamente distinta es ser un acosador. Toquetea y besa a Naly sin su permiso, e incluso llega a meterse en su cama, a pesar de haber sido rechazado y golpeado varias veces por su conducta. Por lo visto esto es algo gracioso, ¡y no! Estoy harta de ver que que te metan mano sin tu permiso es motivo de risa. O, mucho peor, tenemos que estar agradecidas y todo, porque ¿a quién no le gusta sentirse así de deseada? Si un tipo que conozco de hace dos días se mete en mi cama mientras duermo y comienza a toquetearme, llamo a la policía y me voy de esa casa. Además, Hal es de estas personas para las que el amor es sinónimo de posesión, por lo que no podía faltar un «eres mía». Cuando Naly consigue trabajo en un bar, lo primero que Hal piensa es que irá todas las noches a vigilar, para que nadie se «sobrepase» con ella. ¿Romántico u obsesivo?
También he encontrado fallos en la forma en la que Naly administra el dinero. Sus padres le dan mil libras antes de dejarla en la calle, pero se ve que se lo gastó todo en el hotel en el que estuvo antes de llegar a la casa porque, después de la primera semana, ya solo le quedan cincuenta libras. Esa palmera de chocolate debió de costarle una fortuna, porque ella no paga alojamiento, comida, transporte, gas, luz o cualquier otra cosa que pudiera justificar el despilfarro. Por tanto, tiene que buscar trabajo, pero antes prueba a suplicar a sus padres una transferencia bancaria: «arrastrándome como una pobre» (página 218). Literal. Los pobres es que somos así. Tenemos que tener en cuenta que Naly no ha trabajo en su vida, por lo que «ni siquiera sabía si sería capaz de hacer esos trabajos tan... de obrero bajo. ¿Camarera? ¿Dependienta? ¿Yo sirviendo a alguien? Oh, Dios.» (página 220). Me siento especialmente ofendida.
En cuanto a la trama, pues no hay mucho que decir de ella. Ya he mencionado que si esto fuera el instituto, esta serie de amoríos tendría algo de sentido. Sin embargo, me parece que hay demasiada inmaduez en todo lo que ocurre, especialmente por parte de los trillizos, cuyos comportamientos tóxicos se toman a risa y vienen siempre justificados por alguien, normalmente Naly, o algo, como una herida del pasado que no acaba de cerrarse. Hay romance y drama de la nada para dar y tomar, totalmente inncesarios y metidos con calzador para que la trama avance. El libro se me estaba haciendo interminable.
En resumen, Los Trillizos Bradley es la primera parte de una historia que, como habéis podido comprobar, no era para mí. Estaba deseando leerlo, pensando que encontraría un new adult divertido y, en su lugar, me topé con una historia que solo es divertida si pasamos por alto la incoherencia, la romantización de las relaciones tóxicas y el hecho de que los insultos más repetidos son «maricón», «pedazo de gay», «puta» y «zorra». No tengo mucho más que decir.
O P I N I Ó N
¡Hola! Llevo unos días con un dilema que, seguramente, habéis tenido muchos. Cuando un libro que os manda una editorial no os gusta, ¿qué hacéis? Sinceramente, había pensado en hacer una reseña neutra, darle tres estrellas, lavarme las manos y quedar bien. Pero no soy así y, si algo no me gusta, tengo que decirlo, por mucho que pueda estropear una relación que acaba de empezar. Me quejo de la hipocresía de muchos colaboradores y me siento obligada a no ser así. Por tanto, lo que vais a leer a continuación es una reseña negativa (no destructiva) y sincera. Yo quería que este libro me gustara, tenía todas las papeletas para hacerlo, pero no fue así.
Los dos primeros capítulos me gustaron bastante, tenían el empuje necesario para hacerme seguir leyendo. Naly acaba de llegar a Oxford; es una niña rica a la que sus padres han echado de casa por querer estudiar algo que no concordaba con el futuro que habían planeado para ella: hacerse cargo del millonario negocio familiar. Negocio del que nada se sabe, excepto que es muy lucrativo y que está dirigido por este señor, su padre, un déspota sin corazón. Afortunadamente, Naly se había apuntado a un programa de acogida, es decir, no va a quedarse sin techo, sino que pasará el curso académico en casa de la familia Bradley, aunque no sé yo si hubiera sido mejor vivir en un parque.
Los problemas comienzan de inmediato. No los suyos, sino los míos con la historia. Oxford, OXFORD, un escenario ideal para cualquier historia universitaria. Un escenario que casi ni aparece. Estamos en una de las ciudades más bonitas, con más ambiente, y con una de las mejores universidades del mundo, y lo único que sabemos es que en la cafetería sirven palmeras de chocolate y zumos de naranja. Palmeras de chocolate. En el Reino Unido. Bueno. Para mí, hay un gran fallo: no ha habido ningún tipo de documentación. Para empezar, ¿sabéis dónde se estudia arte en Oxford? En la Ruskin School of Art, no en un edificio cualquiera sin nombre al que puedas ir andando en tres minutos. Esta ciudad es un recurso muy atractivo. Si quisiera escribir sobre universitarios, Oxford sería una primera opción, ¡es un sueño! Pero ha sido totalmente desaprovechado. Por no hablar de esos trabajos de cien páginas que te ponen en la primera semana de universidad de tu vida y que, además, tienes que entregar en un tiempo récord.
Esta es otra queja que tengo: ¿realmente estamos hablando de universitarios? Porque a mí, personalmente, me parecen quinceañeros con una rabieta. Todos. En la universidad, se presupone que tenemos un nivel de madurez suficiente como para no ir hablando de los «populares», los «pringados» y los «matones». Creo que si esta historia hubiera estado escrita a nivel de instituto, hasta sería medianamente comprensible la cantidad de estereotipos absurdos que contiene. Sin embargo, de esta forma, no es realista. No sales al recreo y te encuentras a tu hermano de casualidad. Más que nada porque estáis en edificios diferentes, lejos; especialmente en Oxford, donde el campus está repartido por toda la ciudad.
Me gustaría también hablar de los personajes y no va a ser corto, así que coged un café y relajaos. Comencemos con Welsey, un nombre particular para un chico particular: quiere estudiar historia, se viste como si fuera mi abuelo y sus hermanos lo tratan como si fuera la basura de la cocina que nadie ha sacado a la calle. A mí, me gustaba. Era el único personaje que me caía bien, porque era dulce, amable y se comportaba como una persona decente. Lamentablemente, el comportamiento de los personajes no tiene ningún tipo de consistencia a lo largo de la trama. Una noche, llega borracho y se mete en la cama de Naly, simplemente porque le apetece echar un polvo. Hay formas más sencillas de aliviarse sin acosar a nadie y me parece increíble que tenga que decir esto en el siglo XXI.
Pero Welsey no es el peor de los tres, la batalla está entre Edward y Hal. Edward es el misterioso hermano malhumorado que no quiere saber nada de nadie, nunca. No quiere tener a Naly en su casa, a pesar de que no es su casa, sino la de sus padres, y se lo hace saber cada vez que tiene la oportunidad. Nunca la llama por su nombre; se refiere a ella como «puta» y «zorra», pero está totalmente justificado porque, en algún momento, alguien le rompió el corazón. Es un misógino y maltrata verbalmente a todo el mundo, pero está bueno, entonces su comportamiento queda excusado.
Hal no se queda corto. Nada más empezar, ya se presenta como el mujeriego de los tres. Pero una cosa es ser mujeriego y otra completamente distinta es ser un acosador. Toquetea y besa a Naly sin su permiso, e incluso llega a meterse en su cama, a pesar de haber sido rechazado y golpeado varias veces por su conducta. Por lo visto esto es algo gracioso, ¡y no! Estoy harta de ver que que te metan mano sin tu permiso es motivo de risa. O, mucho peor, tenemos que estar agradecidas y todo, porque ¿a quién no le gusta sentirse así de deseada? Si un tipo que conozco de hace dos días se mete en mi cama mientras duermo y comienza a toquetearme, llamo a la policía y me voy de esa casa. Además, Hal es de estas personas para las que el amor es sinónimo de posesión, por lo que no podía faltar un «eres mía». Cuando Naly consigue trabajo en un bar, lo primero que Hal piensa es que irá todas las noches a vigilar, para que nadie se «sobrepase» con ella. ¿Romántico u obsesivo?
En cuanto a la trama, pues no hay mucho que decir de ella. Ya he mencionado que si esto fuera el instituto, esta serie de amoríos tendría algo de sentido. Sin embargo, me parece que hay demasiada inmaduez en todo lo que ocurre, especialmente por parte de los trillizos, cuyos comportamientos tóxicos se toman a risa y vienen siempre justificados por alguien, normalmente Naly, o algo, como una herida del pasado que no acaba de cerrarse. Hay romance y drama de la nada para dar y tomar, totalmente inncesarios y metidos con calzador para que la trama avance. El libro se me estaba haciendo interminable.
En resumen, Los Trillizos Bradley es la primera parte de una historia que, como habéis podido comprobar, no era para mí. Estaba deseando leerlo, pensando que encontraría un new adult divertido y, en su lugar, me topé con una historia que solo es divertida si pasamos por alto la incoherencia, la romantización de las relaciones tóxicas y el hecho de que los insultos más repetidos son «maricón», «pedazo de gay», «puta» y «zorra». No tengo mucho más que decir.
Buff, me da a mi que ni me intereso en él jaja
ResponderEliminarUn libro con estas características no se merece que lo lea...
Un saludo y muchas gracias por tu sinceridad :)
Excelente reseña
Me parece genial que seas sincera, yo opino igual, si no te gusta se dice aunque sea de colaboración. Si a la editorial eso le fastidiara (cosa que no debería) pues mala suerte. A mí me ha pasado también con uno, pero en mi caso era la historia la que no me llama la atención pero no tenía esos topicazos ni cosas así. Enfin, la próxima irá mejor! Un saludo
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarPues despues de leer tú reseña me parece que no lo leeré.
Gracias por tú opinión.
Un saludo :)
Hola
ResponderEliminarSi ya no me llamaba mucho la atención después de leer tu reseña como que tachado de la lista de un podría leerlo,a mi eso de insultos aparte de hacer de menos a una mujer o una persona por su condicion sexual me parece de lo mas pfff.. me cabreo mucho xD. Buena reseña
Un saludo y nos leemos
WOW.
ResponderEliminarCuándo abrí tu blog para comentarte la entrada y ver que cosas nuevas habías subido me tomó por sorpresa la longitud de la reseña, y dije "Pues mira, La coneja siempre se explaya un poco" pero comencé a leer y a leer y todo lo que dices es completamente cierto. Los libros de ahora en eso se basan, en dejar pasar todo lo malo y tomarlo como gracioso. Que si un chico, por más guapo que sea, te besa a la fuerza. No hay nada malo porqué es guapo o gracioso. ¡Que mierda!
Qué bueno que no te has quedado callada y has dicho lo que piensas acerca del libro, no importa que la editorial lo mandé (generalmente ni leen las reseñas) Así que no te preocupes, tu con tus convicciones siempre.
Saludos, Max.
Hola!
ResponderEliminarNo conocía el libro pero con tu reseña me queda claro que no debo acercarme a él.
Es una lástima que saquen novelas así de descuidadas y con los mismos clichés de siempre.
Que andes bien-
Detesto la idea americana de universitarios "quinceañeros" tal y como dices. Me pone muy nerviosa de hecho y todo lo que no te ha gustado apunta a que ocurra lo mismo conmigo. Por ello lo dejaré pasar. Gracias por tu sincera reseña<3
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que por lo que cuentas no creo que me guste... así que mejor lo dejo pasar
un beso^^
¡Hola!
ResponderEliminarVaya, es una pena que no te haya gustado, he visto buenas criticas de este libro pero la verdad es que no me llama nada la atención, así que después de leer tu reseña no me planteo darle la oportunidad si quiera.
¡Un beso, nos leemos!
Cristina
Interpretadoras de letras
Bueno, solo pasando a decir que seguramente no lo leeré XD
ResponderEliminar¡Hola guapa!
ResponderEliminarEste libro sin duda viene de wattpad, se ve a la legua, es el tipo de historia que triunfa en wattpad. Tenía buena pinta al principio, pero al leer tu reseña he descubierto de que tipo de historia se trata y como te ha pasado a ti, me pasaría a mi. Sin duda, este libro no es para mi.
Un beso!
¡Hola hola! Este es de los típicos libros locos que se han empezado a llevar ahora desde el éxito de After y a mí no me gustan nada así que me da que lo dejo por ahí y que no me voy a acercar a él jajaja Un besito <3
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarSiento mucho que no hayas podido disfrutar de la lectura tal y como deseabas. Es una pena que de primeras la historia pintara bien y que al final se haya quedado en nada. No es la primera reseña de este tipo que leo y por eso dudo mucho que me anime a leerla. A veces los estereotipos no son realmente un problema sin están bien llevados pero veo que este no es el caso en absoluto así que me reafirmo en mi idea de no darle una oportunidad.
Seguro que las próximas lecturas son geniales.
¡Un beso enorme!
¡Hola Neus!
ResponderEliminarLa portada me parece hermosa y la sinopsis pintaba buena pero luego de leer tu reseña definitivamente lo descarto de mis posibilidades.
Te agradezco mucho la honestidad porque, como vos, no me gusta cuando los colaboradores son hipócritas y, por quedar bien, le dan buen puntaje al libro.
Lamento que no te haya gustado, ojalá que tus próximas lecturas sean mejores.
Por cierto, soy nueva por acá y tu blog me encanta así que me quedo :)
¡Nos leemos!
Er...esto..no. No pienso acercarme. Tienes razón la crítica es muy buena, porque la has argumentado muy bien, enhorabuena. Te comprendo y me alegro que te hayas desahogado con nosotros. Sin duda, no es el tipo de libro que busco. Ya desde el principio no me llamaba la atención por el tema, pero ahora me llama menos aún.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
Me ha gustado mucho tu reseña, porque ha sido crítica totalmente construida y totalmente formal, seguramente ayuda mucho a la autora. Yo también tengo una novela de Nova Casa Editorial, es de sci y se llama Farewell City, tal vez te interese para la próxima :) A mi me encantaría tener una reseña como esta, no puedo negarlo. Sea mala o buena, me gustó como reseñaste.
ResponderEliminarUn beso grande!
PD. Por cierto, que bonitas fotos que le haces a los libros! *___*
Malisimo el libro 😐😐😐😐😐😐....
ResponderEliminarPerdida de tiempo y para mi Naly era una suelta y los tres eran horribles personas
Holaaaaaaaa alguien me puede pasar el en pdf a mi correo por faaaa lopezp313@gmail.com
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