Reseña #24: The Siren

Título: The Siren

Autora: Kiera Cass

Año de publicación: 2016

Género: romance, fantasía

Nº de páginas: 336

Editorial: Harper Collins

Kahlen es una sirena, obligada a servir al océano embaucando humanos con su voz, letal para cualquiera que la escuche. Akinli es un chico guapo y amable, todo lo que Kahlen siempre ha soñado. Sin embargo, enamorarse los pone en riesgo a los dos... pero Kahlen no soporta estar lejos de él. ¿Lo arriesgará todo para seguir a su corazón?

Traducción de La Coneja de Papel

RESEÑA
[Las fotos de esta reseña son todas mías, mías. Respect.]

Como ya sabéis, Kiera Cass es la autora de La Selección, una saga romántica con tintes distópicos que se ha convertido en un best seller y en una de mis historias favoritas, no sólo por la originalidad del planteamiento sino también por su escritura tan cercana y sencilla en la que abundan los diálogos y los momentos ñoños. Hoy os traigo lo nuevo de la autora: un libro autoconclusivo de sirenas, amor prohibido y mucha, mucha agua. ¡Vamos allá! 

Tenía todas mis esperanzas puestas en este libro, ¡mal hecho! A ver, no es que haya perdido el tiempo completamente, pero creo que se podría haber explotado mucho más el tema de las sirenas y Cass se ha limitado a otras cosas. Por ejemplo, ¿alguien me explica por qué casarse y formar una familia es siempre el objetivo último en todas sus historias? TODAS. No tengo nada en contra del amor y toda la pesca, pero es que esto ya huele. Cuando jugaba a Los Sims, siempre hacía chicas pelirrojas con pecas y aspiraciones de conocimiento. Pues a Kiera Cass le pasa lo mismo con la familia y el matrimonio. Ya sabemos que te gusta estar casada. Ahora, por favor, cambia de emisora. 

Nos encontramos ante un mundo en el que el océano tiene vida y se alimenta de los humanos que se ahogan en ella (ella, porque es ella). Las sirenas cantan para que las personas que viajan en los barcos se lancen al agua y, así, satisfacer el hambre de su madre. A primera vista parece siniestro, pero la cosa no acaba ahí. Además, el océano tiene el síndrome del nido vacío: obsesiva, sobreprotectora y controladora. Con una madre así, ¿quién quiere enemigos? A pesar de esto, una madre es una madre, y Kahlen ama profoundamente al océano. Sin embargo, no todo es coser y cantar. Kahlen se siente triste por todas las vidas que ha quitado y, haga lo que haga, no puede borrar las pesadillas. 

Un día aparece Akinli y, además de lidiar con homicidios de masas y no poder dormir bien, tiene que enfrentarse a la idea de una relación imposible con el chico de sus sueños al que acaba de conocer hace nada. A ver, instalove vale, pero este amor loco en menos de dos días ya es pasarse. Akinli es adorable, sí, pero, incluso él tiene que hartarse en algún momento. Si no tenemos en cuenta estos dos aspectos fundamentales, el romance es bastante cuco y, para leer sin pensar mucho, está bien.

Además, encontramos varios personajes secundarios más o menos trabajados. Menos que más, ¿para qué mentir? Elizabeth, Miaka, Padma y Aisling son las compañeras sirenas de Kahlen y su único apoyo emocional. Sin embargo, me han parecido personajes superficiales e innecesarios. Tenemos a la hija rebelde, a la artista que se deja llevar, a la amiga madura y sensata y a la nueva. Y basta. Páginas y páginas disponibles para terminar creando un grupo de estereotipos. Creo firmemente que lo puedes hacer mejor, Cass. 

Ya he comentado el instalove y no me quero extender mucho más, pero veo necesario anotar que este romance es más irreal que el hecho de que haya sirenas. Sirenas que, por cierto, no tienen cola, sólo vestidos hechos con sal marina. Me siento desconcertada. Yo quería colas, escamas y sujetadores con conchas. Estos escritores modernos ya no saben qué inventarse. Total, que se adaptan genial a los nuevos tiempos y se van de marcha, de compras y esas cosas que no hago ni yo, pero, claro, yo no tengo belleza magnética y voz asesina. Cosas que pasan. 

En conclusión, The Siren es una lectura ligera de lo más absurda en algunas partes pero, en general, cumple su objetivo: entretiene y mucho. Una narración sencilla, un romance bonito y un par de complicaciones entre las que encontramos una madre controladora y dos mundos muy distintos. No será el libro del año, pero me ha ayudado a no pensar en el estrés de la universidad. 

PUNTUACIÓN