Burying Water

Título: Burying Water
Saga: Burying Water, #1
Autora: K.A. Tucker
Año de publicación: 2014
Género: misterio, romance, new adult
Nº de páginas: 351
Editorial: Atria
No disponible en castellano

Dada por muerta en un descampado de Oregón, una mujer sobrevive contra todo pronóstico, pero despierta sin saber quién es o qué le ha pasado. Se niega a responder a “Jane Doe” un sólo día más y se renombra a sí misma como Water por un pequeño tatuaje en su piel, la única pista sobre su pasado. Ginny Fitzgerald la acoge en su casa; es una malhumorada pero amable anciana que vive en una granja de caballos no muy lejos de allí. Water comienza a construir una nueva vida poco a poco. Pero, conforme intenta dar sentido a las fugaces astillas de su memoria, surgen muchas más preguntas. ¿Quién es el vecino de al lado, trabajando tras el capó de su Barracuda? ¿Por qué Ginny no le deja pisar su propiedad? ¿Y por qué siente ella que lo conoce?

Jesse Welles no sabe cuánto tiempo pasará hasta que Water recupere la memoria. Por su bien, espera que la respuesta sea nunca. Sabe que ella estará mucho más segura (y feliz) así. Y, por esa razón, por duro que sea, tiene que mantener las distancias. Acercarse demasiado puede inundarla de recuerdos que es mejor que permanezcan enterrados.

(Traducción de La Coneja de Papel)

O P I N I Ó N

Tuve la enorme suerte de ganar este libro en un sorteo que organizó Vero, del blog Las lecturas de Vecks. El paquete llegó bastante rápido, pero tuve que posponer la lectura porque, en ese momento, estaba hasta arriba de cosas que hacer para clase (todavía lo estoy, pero me lo tomo con calma). Pero, cuando lo empecé, ¡qué sorpresa! Los primeros capítulos me resultaron algo confusos, pero enseguida cogió ritmo y me tuvo enganchada hasta el final. ¡Dentro reseña!

Todo comienza cuando Jesse encuentra el cuerpo de Water en el aparcamiento de un edificio abandonado. Está gravemente herida y las probabilidades de que sobreviva son muy bajas. Sin embargo, a pesar de todo, Water consigue salir adelante y comenzar una nueva vida en la pequeña localidad de Sisters, donde todo el mundo conoce a todo el mundo y los rumores se extienden como la pólvora. Water vive ahora en casa de Ginny, una anciana excéntrica y ermitaña con un pasado todavía más negro que el suyo. 

Se alternan capítulos desde el punto de vista de Jesse y de Water. Por un lado, el nos cuenta cómo eran las cosas antes, cómo su vida terminó completamente enredada en la de ella y cómo las cosas se torcieron hasta llegar a ese punto. Por otro lado, ella nos narra el presente, es decir, cómo es su vida ahora que ni siquiera ella misma sabe quién es. Esta es una de las cosas que más me han gustado de la historia, ya que la autora no aísla los puntos de vista sino que los conecta a través de objetos, frases y acciones. Para mí, ha sido una experiencia muy grata relacionar estos pequeños detalles y creo que le dan profundidad a una relación que, de otra forma, se hubiera quedado en un new adult sin más.

Para empezar, tenemos a Water... A ver, es imposible que me caiga bien todo el tiempo, pero, al menos, no quiero que un caballo la mate de una coz. Ya es un avance, tratándose de mí. Al principio, se nos presenta como un personaje débil y dependiente completamente de su marido. Sin embargo, en el presente, está haciendo un esfuerzo por ganarse su independencia. Eso se valora. Me hubiera gustado que desarrollara un poco más de carácter. Me da la sensación que, incluso después de haber sufrido semejante trauma, sigue siendo un pajarito débil que todo el mundo necesita salvar. 

Por otro lado de tenemos a Jesse, el héroe que viene a salvar a la princesa en apuros. Lo cierto es que tampoco hay mucho que comentar sobre él, ya que presenta las características básicas del macho alfa en el new adult: ojos misteriosos y atrayentes, abdominales para rallar parmesano, mal carácter y, por supuesto, un pasado con drama de sobra para contar otra historia aparte. Lo bueno de este personaje es que es bastante sarcástico y, además, tiene la mente sucia. Su punto de vista es muy entretenido y, aunque cumpla con el cliché de tengo-que-protegerla-a-toda-costa, no cansa. 

Como ya he avanzado en la ficha técnica, el libro es el primero de una tetralogía. Sin embargo, los otros tres libros cuentan las historias de otras tres parejas diferentes, así que Burying Water se puede leer como un autoconclusivo. El estilo de la autora no se hace pesado, es decir, en todo momento hay diálogos y acción, no se excede en descripciones ni se va por las ramas. En ese sentido, ha sido un gran acierto. En relación con el nivel lingüístico, no lo he encontrado especialmente complejo.

Aunque, así, releyendo lo que he escrito, parece que no me haya gustado mucho,  ¡todo lo contrario! Me ha encantado. Bueno, lo de la zona rural de Oregón no tanto, no soy muy de ranchos y rodeos, pero bueno, nada es perfecto. Creo firmemente que los libros que nos gustan lo hacen porque han llegado en el momento adecuado y no porque sean grandes libros. Jesse y Water me han caído en gracia, al igual que los vecinos de Sisters, especialmente Ginny, una vieja excéntrica a la que tengo todas las papeletas de parecerme en el futuro... pero con más conejos. Otras cosas que también quiero destacar es la combinación de los puntos de vista, la diferenciación de las voces de los protagonistas y, por supuesto, las escenas "intensitas", que siempre dan un poco de vidilla a la cosa.

En resumen, Burying Water ha sido un page-turner para mí, una vez cogido el ritmo de lectura, me ha sido casi imposible soltarle. Leía en todas partes. La intrigante y romántica historia de Jesse y Water hará que los amantes del romance y del new adult con un poco más de sustancia que el drama habitual se lo pasen pipa. ¡Muy recomendado!