Reseña #29: The Winner's Crime

THE WINNER'S CRIME

Marie Rutkoski || The Winner's Trilogy, #2 || Bloomsbury || 2015 || 400 pág. || ★★★★✫

La boda de un miembro de la realeza es el sueño de muchas chicas. Implica una celebración tras otra: bailes, fuegos artificiales y diversión hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido. A medida que se aproxima la fecha de la boda, anhela contarle a Arin la verdad sobre su compromiso: que accedió a casarse con el príncipe heredero para que él pudiera ser libre. Pero ¿puede confiar en él? ¿Acaso puede confiar en sí misma? Kestrel está convirtiéndose en una maestra del engaño. Ha empezado a hacer de espía en la corte. Si la descubren, su país la considerará una traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo… y, en el proceso, está a punto de descubrir un espeluznante secreto

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Hoy os traigo la reseña de la segunda parte de La maldición del ganador, titulada El crimen del ganador (The Winner's Crime para mí, que sabéis que prefiero leer en inglés). En esta nueva entrega, la relación entre Kestrel y Arin se enfrenta a un obstáculo mayor que la esclavitud: la Corte. El emperador, el príncipe, los cortesanos, el médico, los ingenieros, los sirvientes, ¡todos tienen algo que esconder! Marie Rutkoski nos presenta una trama de intrigas palaciegas, juegos peligrosos, alianzas inesperadas y un amor que, por mucho que nos pese, sigue siendo imposible.

AVISO: CONTIENE SPOILERS DE LA MALDICIÓN DEL GANADOR

La historia comienza de nuevo con Kestrel viviendo tranquilamente en palacio. Su compromiso con el príncipe Verex, heredero al trono, ya se ha hecho público y toda la Corte está exultante con la idea de una boda real en el horizonte. Todos, menos Kestrel y Verex, obviamente. La primera porque su boda es el resultado de un trato para salvar al pueblo Herrani y el segundo porque, realmente, preferiría casarse con otra persona. Sin embargo, ambos saben de sobra que es inútil y muy peligroso luchar contra la voluntad del emperador, así que lo mejor es agahcar la cabeza y esperar lo peor.

Podría pasarme días alabando la pluma de Rutkoski. Hacía tiempo que no encontraba una autora que me encandilara tanto con su estilo como Lauren Oliver o Lauren DeStefano. Marie Rutkoski es muy lírica en sus descripciones y la narración está plagada de metáforas que avivan la lectura de una forma increíble. La imeginería es demasiado especial. No sé cómo describirlo. Es como leer en 3D. Como consecuencia, no reomiendo este libro en inglés a personas que acaban de empezar a leer en este idioma, porque puede resultar demasiado. De hecho, lo pondría en la categoría de experto.

En cuanto a los personajes, hay también demasiado que alabar: complejos y coherentes. Lo siento, es que no entiendo por qué esta trilolgía es tan perfecta. No puedo. A ver, empecemos con Kestrel. He visto una evolción tremenda en este personaje. En La maldición del ganador se la introduce como una estratega nata, inteligente y muy observadora. Sin embargo, en este primer libro sus acciones se traducen justamente en lo contrario y, como ya sabéis, no ve la realidad hasta que se le cae encima. El crimen del ganador, por otro lado, muestra una Kestrel mucho más centrada y atenta. A mí, personalmente, me ha encantado. Aquí sí que podemos ver la verdadera personalidad de nuestra protagonista. Es verdad que en algún momento le hubiera dado una colleja (o dos), sobre todo en lo que a su padre se refiere, pero, en general, hemos estado de acuerdo en todo lo que ha hecho.

También tenemos mucho Arin que analizar, pero seré breve. En la reseña de La maldición del ganador, ya dije que este chico no había mostrado todo su potencial y que seguramente nos tenía muchas sorpresas reservadas. Y así ha sido. Lo que más me molesta de Arin es que ve las cosas que quiere ver y no se plantea otras posibilidades. Además, es testarudo y, si os digo la verdad, no tengo muy claro que sea capaz de superar su rencor hacia los Valorians y amar todas las facetas de la vida de Kestrel. Creo que tienen muchas cosas que aceptar el uno del otro, y les va a costar.

Sin embargo, no sólo los personajes principales merecen atención, los secundarios también están bien escritos. Creo que una de las habilidades de la autora es diseñar personajes con varias capas, de forma que todos tienen algo que aportar a la historia y no ser, simplemente, un complemento bonito en ella. El padre de Kestrel vuelve con una ambivalencia brutal, haciendo lo incorrecto por las razones adecuadas. El Emperador, por otro lado, es despreciable sin más y no entiendo cómo ha llegado a tener un hijo tan mono como Verex. Y digo mono, porque el pobre, aunque intenta formar parte del juego, a penas es capaz de mover ficha. Es bastante cero a la izquierda en la Corte. Espero que en el tercer libro se muestre más de él. Creo que haría muy buena pareja con Kestrel.

¿Qué decir de la trama? Pues impecable, como de costumbre. Todos los detalles, todas las pequeñas pistas, se ordenan cuidadosamente hasta que el misterio no es más que una simple operación matemática que Kestrel tiene que resolver. Todas las líneas argumentales que parecían simples sucesos inconexos convergen en el punto álgido de la narración. Es cierto que algunas partes se me han hecho aburridas, sobre todo las de Arin (el libro alterna los puntos de vista de Arin y Kestrel), pero ha tenido muy buen ritmo. No podía parar de leer. 

En conclusión, Marie Rutkoski nos presenta la continuación de un trepidante amor prohibido contaminado con los prejuicios, las mentiras y las traiciones propias de un palacio en el que nada es lo que parece y todos tienen algo que ganar o perder. Con un estilo único y un ritmo que sólo decae en momento puntuales de la trama, El crimen del ganador te mantendrá pegado a sus páginas sin piedad.