The Winner's Kiss

Título: El beso del ganador  
Título original: The Winner's Kiss 
Saga: The Winner's Trilogy, #3 
Autora: Marie Rutkoski 
Año de publicación: 2016
Género: romance, young adult
Nº de páginas: 484
Editorial: Bloomsbury

Algunos besos tienen un precio.
La guerra ha comenzado. Arin está en medio de ella con aliados poco fiables y el imperio como enemigo. A pesar de que se ha convencido de que ya no quiere a Kestrel, Arin no la ha olvidado a ella o cómo se convirtió en el tipo de persona que siempre despreció. Se preocupaba más por el imperio que por lo que había hecho por las personas inocentes y, sin duda, más de lo que ella hizo por él.
Al menos, eso es lo que piensa. En el helado norte, Kestrel es una prisionera en un campo de trabajos forzados. Mientras busca desesperadamente una vía de escape, desea que Arin sepa el sacrificio que hizo por él. Pero desea con más fuerza que el imperio pague por lo que le ha hecho.

Pero nadie obtiene lo que quiere sólo con desearlo. A medida que la guerra cobra fuerza, Kestrel y Arin descubren que el mundo está cambiando. El Este se enfrenta al Oeste y ellos están atrapados enmedio. Con tanto que perder, ¿realmente alguien puede ganar?

O P I N I Ó N

SPOILERS de La Maldición del Ganador y de El Crimen del Ganador

Esta es la tercera vez que empiezo la reseña, no dejo de borrar y reescribir. Hace tanto que no termino una trilogía/saga que no sé ni qué decir ni cómo decirlo. La Trilogía del Ganador la comencé con unas expectativas estratosféricas, ¿sabéis lo peligroso que es eso? Supongo que sí, a todos nos pasa alguna vez. Y no me ha decepcionado ni un poquito. Sólo digo que hace días que he terminado de leer El Beso del Ganador y aún tengo un hype impresionante que no me cabe en el cuerpo. 

Comencemos por el principio: el final de El Crimen del Ganador me dejó muy mal sabor de boca. El padre de Kestrel descubre que su hija es una espía y la manda derechita a un campo de trabajo al norte del imperio, donde los esclavos extraen el azufre que se utiliza para fabricar la pólvora de los cañones. Para colmo, Arin cree que Kestrel ya no le ama, que nunca lo ha amado. Y QUE ME MUERA AQUÍ MISMO SI ESO ES VERDAD, ¡JA! Qué fácil es engañar a Arin a veces... ¡Qué ganas de matarlo a collejas! Y, sin embargo, qué ganas de darle un abrazo, taparlo con una mantita y decirle que todo va a salir bien. La vida de la fangirl es un no-parar de emociones. Antes de que me ponga a teclear y pierda el rumbo, quiero decir que Arin y Kestrel son OTP y ya está.

No quiero decir demasiado sobre la trama, así que seré breve y misteriosa. Para empezar, tenemos mucha acción, porque la autora se ha encargado de que la guerra se solucione de forma lógica y progresiva. Lo que más me gusta de Rutkoski es que se ha documentado, o al menos eso es lo que me parece. Cada emboscada y cada truquito está descrito de tal forma que estás ahí, eres parte del ejército. También, por supuesto, tenemos mucho romance. Más del esperado, y muy bienvenido. El hype, ya os digo, aún me dura. Arin y Kestrel ya han llegado al estado de OTP 4eva en mi alma. ¡Y también tenemos humor! Esto es algo que no esperaba para nada, pero ha sido un elemento positivo que viene de la mano de Roshar y Arin y de su extraña amistad. Poder reír entre muertes y batallas se agradece bastante. Sólo veo perfección en la historia, señó.

Si habéis leído El Crimen del Ganador, sabréis que se añadieron nuevos personajes: Roshar, Risha, Verex y el emperador, entre otros. Me hubiera gustado ver más de Verex. Si vais a mi reseña de la segunda parte, sabréis que me enamoré perdidamente de lo dulce que es este chico, pero la autora ha decidido pisotear mi corazón una vez más, pasando olímpicamente de él y centrándose en otras cosas que no están mal pero que no son Verex. Aunque, bueno, el final de este personaje me ha parecido de lo más perfecto. Abierto, ¡cómo no!, pero perfecto.

Hablemos de otro personaje que me ha encantado: Arin. Di un rato la chapa en Twitter con él y es que, como podemos apreciar en sus monólogos interiores y conversaciones con el Dios de la Muerte (que, por cierto, este señor/ente es cool como él sólo), ha pegado un estirón importante. Ya no se parece en nada al chico inocentón que lideró una revolución en el primer libro. Se ha hecho mayor, para que se me entienda. Y sí, ha cometido errores y muchos de ellos están ligados a su frustrante capacidad para ver lo que le da la gana en lugar de lo que realmente hay delante de sus ojos, pero habrá que quererlo igual. ¡Qué remedio!

Como ya dije en el libro anterior, Kestrel ha mostrado su verdadera cara. Por alguna razón, en La Maldición del Ganador, no se aprecia realmente lo astuta que es. En El Crimen del Ganador está mejor plasmado y, finalmente, en El Beso del Ganador, podemos ver un despliegue de fuerza e ingenio de lo más sorprendente. Siempre tiene un truco escondido en la manga y nunca tenía claro por dónde me iba a salir, ¡tenía la sorpresa asegurada! A pesar de que en la primera parte del libro daba un poco de pena, en la segunda florece gratamente. Se ha convertido en una de mis protagonistas femeninas favoritas.

Podría estar toda la tarde haciendo hincapié en lo mucho que me gusta el estilo de Rutkoski, pero tampoco os quiero aburrir mucho más. Sólo diré que es precisa, detallada y flexible, capaz de ser onírica o cruda según la escena lo requiera. Como ya he dicho, las escenas de batalla están muy bien escritas, al igual que las escenas románticas. Sobre todo las románticas, que son demasiado pa' mi body. ¿OS HE CONTADO YA LO DE MI TREMENDO HYPE? Muchas personas se quejaron de que el segundo libro no les gustó mucho porque se desarrolla de tal forma que cualquier romance posible, no es posible. Pero os aseguro que satisface todas vuestras necesidades amorosas, palabrita de fangirl. [Yo venía a este párrafo a contaros lo bien que escribe la muchacha, pero es que me pongo tonta con náh.]

La Trilogía del Ganador nos narra un peligroso juego en el que todos van siempre un paso por delante, el amor no es más que un juego de niños y el que gana no siempre es el ganador. Con este último Beso, Rutkoski pone el broche a la trepidante historia de Kestrel y Arin y de cómo lucharán por defender un amor condenado al fracaso en el mismo momento en el que comienza. La épica historia de... Bueno, que sí, que no sé cómo terminar la reseña. Pero tenéis que leerlo, porque ha sido alucinante y ya está. Os quiero, conejos.