[foto]Reseña #17: Arte Antiestrés

Título: Arte Antiestrés: 100 láminas vintage para colorear

Autor/a: varios autores

Año de publicación: 2015

Género: libros de colorear para adultos

Nº de páginas: 128

Editorial: Plaza y Janés
Todas las imágenes pertenecen a LACONEJADEPAPEL ®

Desde diseños de corte clásico, pasando por dibujos inspirados en la naturaleza o en diferentes estilos artísticos, hasta dibujos florales, estampados geométricos y otros motivos de inspiración retro. Estos preciosos libros reúnen una amplia gama de ilustraciones con las que cualquier persona podrá dar rienda suelta a sus impulsos creativos y a la expresión de su personalidad, así como estimular la concentración y relajar cuerpo y mente.

C O N C E P T O

Hace tiempo que se ha puesto de moda esto de los libros de colorear para adultos. Por lo visto, darle a nuestro cerebro su ración diaria de creatividad alivia el estrés. Por tanto, pintad y sed felices, ¡he dicho! Yo no es que esté muy estresada [tengo mis cosas y mis momentos, como todos], pero me encanta pintar y Amazon no dejaba de bombardearme con imágenes de láminas preciosas y, al final tuve que probar. 

¿Son muy diferentes a los libros para colorear de los niños? ¡Sí, totalmente! De hecho, una de las cosas que más relaja, según he leído por ahí, es el hecho de que tu cerebro tenga que concentrarse en no salirse de las líneas cuando pinta figuras de lo más complejas [en otras palabras, no apto para niños impacientes y descuidados]. Además, podemos encontrar libros de todas las temáticas: motivos florales, geométricos, Doctor Who, Alicia en el País de las Maravillas, Harry Potter, etc. El que yo tengo es bastante variado: tiene láminas con estampados geométricos, florales, abstractos, surrealistas, etc. Lo compré AQUÍ [y este es el book haul donde lo mostré por primera vez].

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M A T E R I A L E S

Hay una gran cantidad de láminas que nos van a mirar con sus líneas retorcidas y sus formas imposibles y nos van a decir que con rotulador acabamos de pintarlas antes y seguro que nos quedan más llamativas. No debemos hacerles caso: los rotuladores son la salida fácil y, excepto que estemos experimentando alguna técnica nueva, no los recomiendo. Además, la experiencia me dice que debemos tener cuidado porque el papel no tiene el grosor suficiente para absorber toda la tinta y, cuando nos queremos dar cuenta, ha traspasado y manchado la lámina del anverso. Un jaleo, vamos. No uséis rotuladores.

Los lápices de madera son la opción estándar y la que la mayoría prefiere: son fáciles de manejar, no manchan la lámina de detrás y son baratos. Sin embargo, dependiendo de la marca y de la calidad del lápiz, vamos a poder aplicar más o menos capas. En mi caso, uso los de Alpino de toda la vida y no van mal, pero si usáis los Faber-Castell vais a quedar encantados de la vida (al contrario que vuestro bolsillo, porque la marca es de las más caras). 

Los rotrings de punta fina son ideales para dibujos con muchos detalles pequeños (como pone en la imagen de arriba, aportan mucha precisión) y, además, tienen unos colores muy vivos. Sin embargo, no recomiendo abusar mucho de ellos, porque pasa lo mismo que con los rotuladores: el papel no es lo bastante gordo y, al final, deja mancha por detrás. 

Los lápices acuarelables son los que más uso con diferencia. Se trata, digamos, de pastillas de acuarela con forma de lápiz. Si pintamos un dibujo y aplicamos agua con un pincel, podríamos trabajar el color como si de una acuarela se tratase. Lo que me gusta de estos lápices es que tienen un color mucho más intenso que el de los lápices de madera normales y, por tanto, el resultado es mucho más atractivo. Sin embargo, tenemos dos puntos en contra: son bastante más caros (esta caja de 12 me costó alrededor de 7€) y se acaban muy rápido. 

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E J E M P L O S

A la izquierda, tenemos el primero dibujo al que le hinqué el diente. Lo pinté con rotrings y quedó bastante vivo. Cuando le di la vuelta, me di cuenta de que la lámina de atrás había quedado prácticamente inutilizable. A la derecha, tenemos una lámina pintada con rotuladores. En esta ocasión tuve más cuidado y escogí una lámina que, por detrás, tuviera más mancha negra que espacio en blanco para pintar (así el daño es menor). 

A esto es a lo que me refiero cuando digo que una lámina tiene mucha mancha negra y poco espacio en blanco para pintar. Aquí, ya empecé con los acuarelables. ¡Mirad qué bonito, parece de hielo! *^* Aquí abajo os dejo dos de los diseños que más me gustan: el primero es un jardín psicodélico de lo más colorido y el segundo es una rosa roja (siento debilidad por pintar flores, especialmente rosas). 

Algunas de las láminas que trae el libro son a doble página. En mi caso, he aprovechado para experimentar la diferencia en los materiales. A la izquierda, tenemos los rotuladores y, a la derecha, los lápices acuarelables. Los lápices nos permiten experimentar con las luces y las sombras, los rotuladores, en ese sentido, son más limitados, porque cuantas más capas de rotuladores añadamos para oscureces, más mancha quedará por detrás. 

Este es el dibujo en el que estoy trabajando ahora, y me está encantando. Tuve la idea de pintar todas las rosas negras, pero me di cuenta de que no se iban a distinguir casi, así que he decidido incluir azules a la gama. La rosa azul que veis está sin terminar, aún le quedan las sombras con azul más oscuro. 

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P U N T U A C I Ó N

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¡TODO EL MUNDO A PINTAR!

¿Os ha gustado la reseña? ¿Tenéis un libro de estos? 

Si no, ¿le dais una oportunidad?
¡Nos leemos! ^^