Reseña #18: The Winner's Curse

Título: La maldición del ganador
Título original: The Winner's Curse
Saga/Trilogía: The Winner's Trilogy, #1
Autora: Marie Rutkoski
Año de publicación: 2014
Género: romance, acción, young adult
Nº de páginas: 359
Editorial: Bloomsbury

Al ser la hija del general de un gran imperio que se deleita en la guerra y en la esclavitud de los vencidos, Kestrel solo tiene dos opciones: unirse al ejército o casarse. Pero ella tiene otros planes. Sin embargo, todo su mundo da un giro radical cuando la chica encuentra su alma gemela en un esclavo cuyos ojos parecen desafiar al mundo entero y, siguiendo su instinto, termina comprándolo por una cantidad ridícula de dinero. Pero el joven guarda un secreto, y Kestrel aprende rápidamente que el precio que ha pagado por otro ser humano es mucho más alto de lo que podría haber imaginado. Que ganar aquello que quieres puede costar todo lo que amas. Ambientado en un mundo imaginario, La maldición del ganador es una historia de conspiraciones letales en la que todo está en juego y es el propio azar el que determinará si sigues a tu cabeza o pierdes tu corazón.

RESEÑA

Lo tenía que leer. No dejaba de ver reseñas que lo ponían por las nubes y es que no es para menos: ¡menuda montaña rusa! La maldición del ganador ha cumplido todas mis expectativas... y más. Me recuerda un poco a una película que vi hace tiempo, en la que vemos una revolución desde el punto de vista de los "malos". Los "malos", habéis leído bien. Kestrel pertenece a esa clase de pueblo cuyo único fin es conquistar otros territorios y esclavizar a sus habitantes: the Valorians. Si eso no es ser los "malos", no sé qué es. Sin embargo, no todo es blanco o negro, y esta es una de las cosas que me han encantado de la historia. 

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Kestrel, que está acostumbrada al lujo y poderío que le otorga ser la hija de uno de los mejores generales de la historia del imperio, debe decidir si seguir el camino de su padre y ser militar, aunque su único talento sea la estrategia (en la lucha, es un cero a la izquierda), o casarse y formar una familia. Sinceramente, no la veo muy despierta para ser estratega, porque no se da cuenta de las cosas aunque las tenga delante de las narices, pero tampoco la imagino casándose y teniendo hijos. Podríamos decir que es una protagonista fuerte, pero con defectos muy humanos. Es demasiado confiada, aunque quiera aparentar lo contrario, tiene aspiraciones irreales, porque quiere ser músico (y eso, en su sociedad, es trabajo de esclavos) y, por supuesto, se acaba enamorando de la persona equivocada, un esclavo Herrani. 

Todo comienza cuando Kestrel y su amiga se topan con una subasta de esclavos. ¿El objeto subastado? Un chico con la singular habilidad de cantar y buena mano para la herrería. Nuestra protagonista se siente atraída por la desafiante mirada del esclavo y paga una imposible cantidad de dinero por él. Este comienzo me pareció un poco forzado, porque, la verdad, no encuentro creíble que el desprecio abierto de Arin sea el único que Kestrel haya notado. Es la hija del general y está rodeada de esclavos que no sienten ningún tipo de apego por ella. ¿Me entendéis? ¿Por qué él? ¿Porque la mira con odio? Pues, perdona, pero es imposible que sea el primero que lo haga. A lo mejor es que Kestrel no es tan buena observadora como cree (cosa que, además, se demuestra a lo largo del libro). 

Al margen de esto, que no me llega a cuadrar y que creo que es demasiado cliché (tus ojos me hablaron, tenías que ser mio), el resto de la trama está bastante bien trabajado. Es un pageturner como pocos he leído, capaz de mantener el ritmo y engancharte desde la primera hasta la última página. Personalmente, cada vez que me ponía a leer, me sentía con el corazón en un puño; no te da respiro, si no es por algún giro argumental, es porque los protagonistas son demasiado bonicos para soportarlo. Aún no sé si me gusta más Kestrel con Arin o con el hermano de la amiga (soy fatal para los nombres, pero me ha caído muy en gracia). Arin me ha gustado mucho, pero creo que hay mucho que no hemos visto de él y puede que nos tenga muchas sorpresas reservada *crucemos los dedos*, 

En conclusión, La maldición del ganador es todo lo que promete ser: una trepidante historia de amor con tintes guerreros y mucho resentimiento. Ambos bandos están bien diferenciados, pero nuestros protagonistas no tienen las cosas tan claras: el amor es ciego y sus ojos son la locura. Lo recomiendo, porque me ha hecho reír, sufrir y me ha provocado algún que otro ataque de frustración. ¡Ahora no puedo esperar a leer El crimen del ganador!

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