Pelis #8: Medianoche en París

Título: Medianoche en París
Título original: Midnight in Paris

Director: Woody Allen

País: Estados Unidos

Año: 2011

Duración: 94 min.

Género: Comedia, romántica
Reparto: Owen Wilson, Rachel McAdams, Marion Cotillard

Gil Pender (Owen Wilson), un guionista de Hollywood algo bohemio, llega con su prometida Inez (Rachel McAdams) y los padres de ésta a París. Mientras vaga por las calles soñando con los felices años 20, cae bajo una especie de hechizo que hace que, a medianoche, en algún lugar del barrio Latino, se vea transportado a otro universo donde va a conocer a personajes que jamás imaginaría iba a conocer...

C R Í T I C A

Gil tiene un trabajo bien pagado, vive con su novia, van a casarse y quieren comprar una casa en la playa. Sin embargo, Gil no es feliz. Odia su trabajo, no tiene nada en común con Inez y, además, él no quiere una casa en la playa, sino un pequeño ático en París. Está trabajando en su primera novela, pero está bloqueado. Durante un viaje con Inez a la ciudad del amor, se encuentra solo, un poco borracho y perdido, sentado en las escaleras de un encantador bulevar, cuando, de repente, suenan las campanas que dan la medianoche. En ese momento, aparece un coche y comienza su aventura. 

Gil e Inez

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Medianoche en París fue la película que me introdujo en el trabajo de este magnífico director y guionista, Woody Allen. Me encantó. M E  E N C A N T Ó. Adelanto: no puedo ser imparcial. Y es que ninguna película que lleve pintada la Noche Estrellada de Van Gogh y un paisaje parisino en el cartel puede ser mala. Pasemos a lo importante. 

Allen parte de la idea de que cualquier tiempo pasado es mucho más atractivo que el presente en el que vivimos. A partir de ahí, tira del hilo. El resultado es Gil Pender, un guionista norteamericano que escribe comedias románticas comerciales, pero cuyo sueño yace al otro lado del charco, en París. Incluso más lejos, en el París de hace casi un siglo: una ciudad bohemia repleta de escritores, artistas y vividores de todos los rincones del mundo. No le culpo; después de ver esta película, también es el mío.  

Gil, Hemingway y Gertrude Sten

Durante una de sus escapadas nocturnas, Gil conoce a Adriana (Marion Cotillard), una preciosa aspirante a diseñadora de vestuario que eleva a arte el concepto de groupie. Entre ellos surge la chispa, esa que no existe entre Gil e Inez, y pronto, sin querer, se ve envuelto en un romance prohibido e imposible, ya que él va a casarse y ambos pertenecen a tiempos diferentes.

Gil se encuentra dividido entre el presente, un lugar poco atractivo en el que no se siente valorado, y el pasado, un lugar en el que Gertrude Stein le aconseja en su escritura y en el que sus compañeros de juerga son Hemingway, los Fitzgerald y, por su puesto, Adriana. 

Adriana le confesará que siente la misma inquietud que él: la punzante nostalgia por el pasado en el que le gustaría vivir, para ella, la Belle Époque. Hemingway le descubrirá, a través de la novela que el propio Gil está escribiendo, en la que el personaje principal es un claro reflejo de sí mismo, lo que verdaderamente ocurre en su vida. [ABRE LOS OJOS, GIL, ESTÁ CLARÍSIMO.] Dalí se casa. Zelda desvaría. Adriana se marcha con otro a cazar elefantes. Inez cree que está loco. Su viaje resulta ser un desastre, pero París sigue siendo perfecto... en cualquier época. Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. No quiero dar más spoilers, con esto sabéis lo justo.  

Gil y Adriana

Con una fotografía perfecta, unos escenarios idílicos, unas interpretaciones impecables y unos diálogos ingeniosos , Woody Allen nos presenta el retrato de un idealista y soñador empedernido en un tiempo en el que no se identifica. Una de mis películas favoritas.