Reseña #7: Rooms

Título: Rooms
Título original: Rooms
Autora: Lauren Oliver
Año de publicación: 2014
Género: Paranormal, ficción
Nº de páginas: 320
Editorial: Ecco

El rico Richard Walker acaba de morir, dejando atrás una casa de campo llena de habitaciones plagadas del detrito de toda una vida. Su distanciada familia (Caroline, la amargada exmujer, Trenton, el adolescente problemático, y Mina, la hija resentida) acaba de llegar para reclamar la herencia. 

Pero los Walker no están solos. La puritana Alice y la cínica Sandra, las antiguas residentes, que llevan muertas mucho tiempo, pero siguen atadas a la casa, merodean entre sus claustrofóbicas paredes. Peleando por el espacio, la memoria y la supremacía, observan a la familia, comerciando con barbitúricos y reminiscencias de sus vidas pasadas. Aunque sus voces no puedan oírse, Alice y Sandra hablan a través de la casa en sí misma (en el siseo del radiador, en el crujido de las escaleras, en el parpadeo de las bombillas). 

Las dolorosas verdades que pronto saldrán a la luz acechan tanto a vivos como a muertos. Cuando un nuevo fantasma aparece y Trenton empieza a comunicarse con ella, el mundo espiritual y el humano colisionarán con resultados catastróficos.  

[traducción propia]

R E S E Ñ A

Rooms, de Lauren Oliver, lleva tiempo aplastado debajo del éxito de otros trabajos de género young-adult (Delirium, Before I Fall, Vanishing Girls). Es comprensible: no es muy comercial, no tiene romance y no va dirigido al público que ahora mismo está de moda, por así decirlo. Sin embargo, me atrapó de una forma que pocos libros consiguen y, hacía la mitad, ya sabía que iba a convertirse en un favorito. 

“Life’s the sum total of all our small mistakes, little tragedies, bad choices. Addition on top of addition. They pile up and pile up until the cost of keeping up appearances is too high and the weight is just too much. Then: collapse.” 

La historia comienza cuando un viejo millonario, Richard Walker, muere en su casa de Coral River, un pequeño pueblo en medio de ninguna parte. La casa ya estaba habitada (durante varias décadas, de hecho) por dos fantasmas: Alice y Sandra, dos mujeres muy diferentes. Para nada es Rooms una historia de casas encantadas y suspense a la antigua usanza (ni es gore, ni hay "sustos").

La familia del difunto Walker llega a la casa y descubrimos que su vida no ha sido idílica ni de lejos: es un hombre odioso y odiado. Por otra parte, Caroline, su ex-mujer, ahoga su resentimiento en vodka; Minna, su hija mayor, busca la compañía de hombres de forma casi desesperada; Trenton, el pequeño de ojos grandes que se ha convertido en un adolescente deprimido y deprimente, contempla la atractiva idea del suicido día sí y día también. El único rayo de luz es Amy, la hija de Minna, una niña de lo más inocentona.

“This is how we grow: not up, but out, like trees -swelling to encompass all these stories, the promises and lies and bribes and habits.”

El libro está dividido en partes (cada parte toma como escenario una habitación) y, a su vez, en capítulos que se centran en un personaje distinto. Las narradoras son Alice y Sandra, los espíritus atrapados entre las paredes (literalmente, los cimientos, las ventanas, las puertas, incluso la cadena del retrete... Ellas son la casa). 

Una familia que se derrumbó hace años y la lectura del testamento que abrirá nuevas heridas sobre otras que aún no han llegado a cicatrizarse. Una bombilla que explota, un sauce llorón, un fregadero lleno de platos sucios y un nuevo propietario para este cuchitril que ya no tiene ni tejado. Todos estos pequeños detalles son los que dan vida a una historia familiar, íntima y a la vez desgarradora. Conforme la trama va avanzando, somos testigos de todo el peso que encierra la vieja mansión. 

Lauren Oliver sabe construir y mantener el suspense de forma elegante. Su pluma es preciosa: leerla es siempre un placer. Las imágenes que crea son perfectas, las metáforas y los repeticiones y todo (aunque alguno la tachará de barroca, las he leído peores). Me parece una evolución enorme desde Delirium, como si hubiera sido una liberación para ella, un alivio, poder escribir algo nuevo.

“But that's the beauty of life: time is yours to keep and to change. Just a few minutes can be sufficient to carve a new road, a new track”

En definitiva, Rooms es una historia de secretos, de mentiras y de escondites. En mi opinión, la autora ha sabido plasmar a la perfección la soledad y el aislamiento a través de una escritura personal, con una retórica elaborada y atractiva que nos mantiene enganchados a sus páginas deseando conocer el desenlace de estos peculiares personajes.

P U N T U A C I Ó N