Reseña #2: Desayuno en Tiffany's

Título: Desayuno en Tiffany’s
Título original: Breakfast at Tiffany’s
Autor: Truman Capote
Año de publicación: 1958
Género: clásicos, ficción
Nº de páginas: 155
Editorial: DeBolsillo

Holly Golightly es, quizás, el más seductor personaje creado por este maestro de seducción que fue Truman Capote. Atractiva sin ser guapa; tras rechazar una carrera de actriz en Hollywood, Holly se convierte en una estrella del Nueva York más sofisticado; bebiendo cocteles y rompiendo corazones, parece ganarse la vida pidiendo suelto para sus expediciones al tocador en los restaurantes y clubes de moda, y vive rodeada de los tipos más disparatados, desde un mafioso que cumple condena en Sing Sing y al que visita semanalmente, hasta un millonario caprichoso de afinidades nazis, pasando por un viejo barman secretamente enamorado de ella. 

Mezcla de picardía e inocencia, de astucia y autenticidad, Holly vive en la provisionalidad permanente, sin pasado, no queriendo pertenecer a nada ni a nadie, sintiéndose desterrada en todas partes pese al glamour que la rodea, y soñando siempre en ese paraíso que para ella es Tiffany's, la famosa joyería neoyorquina.

Las comparaciones con la versión cinematográfica, Desayuno con diamantes, son inevitables. Para mí, esta película es muy especial, porque me introdujo a Audrey Hepburn, un modelo a seguir en todos los sentidos. Sin embargo, a pesar de que ambas historias mantienen una línea argumental básica, son completamente diferentes. ¡Incluso el orden de los sucesos está alterado! 

Holly y su gato sin nombre

Una de las diferencias principales es que el libro está narrado desde el punto de vista del escritor, vecino de Holly. En este caso, estamos hablando de un hombre pobre que vive en un pequeño apartamento y no tiene a nadie. En la película, recuerdo perfectamente que una señora bastante rica, con abrigos de piel incluidos, cubría sus gastos por completo a cambio de... compañía. En fin, dos personas totalmente opuestas. El escritor que vemos aquí, que, por cierto, no tiene nombre, es más fiel a sus ideales. La relación que tiene con Holly en el libro es más realista, a mi parecer. 

Además, la Holly del libro es un personaje bastante más complejo que la de la película. Audrey Hepburn encarnó a una Holly cómica y glamurosa, deseosa de que alguien la rescatase. Sin embargo, la Holly que vemos en la novela es una mujer independiente y un poco salvaje, es decir, que ni puede ni quiere ser rescatada. Ambas tienen algo especial, pero ese algo es distinto en cada caso. La auténtica Holly jamás se dejaría encarcelar por las convenciones de Hollywood de los 50. 

Paul y Holly

Me he quedado muy decepcionada. No esperaba mucho, ya que las adaptaciones a la gran pantalla de aquella época solían ser incluso más libres que las de ahora, pero lo que he leído no me da ningunas ganas de irme a desayunar a Tiffany's. Lo único que destaco de la historia es Holly. La aterra el hecho de ser enjaulada como un animal, pero también está harta de estar sola y de depender únicamente de sí misma. Intenta hacer creer a todo el mundo que ha hecho de su vida un sueño, unas vacaciones, pero, en realidad, vivir en la provisionalidad permanente no es tan bonito como lo pinta. Se debate entre el deseo de estabilidad y el de libertad. Como todos, supongo.  

En resumen, una novela corta en la que escasamente se ensalza el mítico Tiffany's. La auténtica historia de Holly poco tiene que ver con la versión edulcorada a la que Audrey Heprbun dio vida en la gran pantalla. A pesar de lo insulso de la trama, me quedo con el feminismo incipiente y la eterna lucha entre sentar la cabeza y vivir al límite.